20.6.08

La Ley de Atracción - Esta explicada en la Biblia


Evangelio Según Mateo 7, 7-12:

Pidan y se les dará; busquen y hallarán; llamen y se les abrirá la puerta. Porque el que pide, recibe; el que busca, encuentra; y se abrirá la puerta al que llama. ¿Acaso alguno de ustedes daría a su hijo una piedra cuando le pide pan? ¿O le daría una culebra cuando le pide un pescado? Pues si ustedes, que son malos, saben dar cosas buenas a sus hijos, ¡con cuánta mayor razón el Padre de ustedes, que está en el Cielo, dará cosas buenas a los que se las pidan!

Todo lo que ustedes desearían de los demás, háganlo con ellos: ahí está toda la Ley y los Profetas.

Con todo lo que se ha hablado sobre la ley de atracción, muchos han cambiado su significado y muchos somos los que nos preguntamos; ¿Estará la Ley de Atracción en conflicto con la palabra de Dios?

Para analizar esta pregunta vamos a ver lo que significa la ley de atracción en primer lugar.

La ley de atracción dice que recibirás (atraerás) a tu vida todo aquello en lo que mas tu piensas con fuerza (sentimientos). En otras palabras si piensas y sientes las cosas buenas en tu vida estas vendrán a ti, si piensas y sientes (temes) lo negativo, también vendrá a ti. ¿Pero como este concepto de la ley de atracción puede ser encontrado y explicado en la Biblia y como las enseñanzas en la Biblia entran en conciliación con el concepto de atracción mental cuando hablamos hoy día de la ley de atracción?

Pensar Positivo:

"Por lo demás, hermanos, todo lo que es verdadero, todo lo honesto, todo lo justo, todo lo puro, todo lo amable, todo lo que es de buen nombre; si hay virtud alguna, si alguna alabanza, en esto pensad." (Filipenses 4:8).

Aquí encontramos la Biblia, indicándonos que pensemos de forma positiva. Pero este pasaje en especifico no nos dice el porque debemos pensar de forma positiva. Vamos a ver que otras enseñanzas y pasajes nos pueden iluminar.

¿Por qué el pensamiento es de importancia?

"Porque cual es su pensamiento en su alma, tal es él." (Proverbios 23:7).

Mas claro no puede estar. Somos según lo que pensamos. Nuestros pensamientos moldan nuestra personalidad y quienes realmente demostramos ser. Pero si nuestros pensamientos son tan importantes y de gran impacto en nuestras vidas, entonces deberíamos prestar más atención a estos y a nuestra forma de pensar.

Pensamos a nivel subconsciente y la mayoría de las veces no estamos consciente de estos pensamientos. ¿Entonces, como sabemos en que estamos pensando y como somos en realidad?

Según hablamos, así pensamos:

"El buen hombre del buen tesoro de su corazón saca bien; y el mal hombre del mal tesoro de su corazón saca mal; porque de la abundancia del corazón habla su boca." (Lucas 6:45).

Veamos otros pasajes:

"No lo que entra en la boca contamina al hombre; mas lo que sale de la boca, esto contamina al hombre." (Mateo 15:11)

Mateo 15:16 "Jesús dijo: ¿También vosotros sois aún sin entendimiento?"

Mateo 15:17 "¿No entendéis que todo lo que entra en la boca va al vientre, y es echado en la letrina? "

Mateo 15:18 "Pero lo que sale de la boca, del corazón sale; y esto contamina al hombre. "

Mateo 15:19 "Porque del corazón salen los malos pensamientos, los homicidios, los adulterios, las fornicaciones, los hurtos, los falsos testimonios, las blasfemias. "

Mateo 15:20 "Estas cosas son las que contaminan al hombre; pero el comer con las manos sin lavar no contamina al hombre."

La mejor forma para saber lo que abunda en nuestros pensamientos y subconsciente es estar pendiente a las palabras que salen de nuestros labios. Todos hablamos según sentimos (corazón) y según sentimos, de igual forma pensamos. Pero las escrituras sagradas tienen mucho mas que decir sobre como debemos controlar nuestra lengua.

Nuestras palabras dirigen nuestras vidas:

"Porque todos ofendemos en muchas cosas. Si alguno no ofende en palabra, éste es varón perfecto, que también puede con freno gobernar todo el cuerpo. "(Santiago3:2).

"He aquí nosotros ponemos frenos en las bocas de los caballos para que nos obedezcan, y gobernamos todo su cuerpo." (Santiago 3:3)

"Mirad también las naves: aunque tan grandes, y llevadas de impetuosos vientos, son gobernadas con un muy pequeño timón por donde quisiere el que las gobierna." (Santiago: 3:4).

Aquí podemos ver que tú puedes controlar y transformar tu vida con la palabra. La palabra esta estrechamente ligada con lo que tú sientes y lo que tú sientes es lo que tú piensas. Entonces el pensamiento tiene un poder que no podemos negar. Según hablamos, así será nuestra vida y así es la forma en que pensamos.

"Porque de cierto os digo que cualquiera que dijere á este monte: Quítate, y échate en la mar, y no dudare en su corazón, mas creyere que será hecho lo que dice, lo que dijere le será hecho." (Marcos 11:23)

"Por tanto, os digo que todo lo que orando pidiereis, creed que lo recibiréis, y os vendrá." (Marcos 11:24)

Que bello es este pasaje. Esta es la verdad pura y es la esencia de la ley de atracción. El pensamiento, la palabra, la fe, la convicción, el tiempo presente, son los ingredientes necesarios para manifestar lo que deseas.

Nuestros pensamientos son semillas que luego cosechamos:

"No os engañéis: Dios no puede ser burlado: que todo lo que el hombre sembrare, eso también segará. Porque el que siembra para su carne, de la carne segará corrupción; mas el que siembra para el Espíritu, del Espíritu segará vida eterna. No nos cansemos, pues, de hacer bien; que á su tiempo segaremos, si no hubiéremos desmayado." (Gálatas 6:7-9)

Según tu forma de pensar, de igual manera serán tus frutos. Tú no puedes cosechar maíz y recibir tomates. Lo mismo ocurre con nuestros deseos. No podemos desear algo en especifico y pensar-hablar lo contrario por que será imposible cosechar lo deseado, solo podemos manifestar lo que realmente sientes y piensas en el corazón. Dios no puede ser engañado, el universo solo dará los frutos de eso que tú sientes, piensas y hablas.

¿Podremos manifestar cosas buenas con solo desearlo, mientras que nuestro corazón habla y piensa contrario a nuestros deseos? La respuesta es no.

Veamos como la Biblia nos muestra que nuestros pensamientos son semillas que luego cosecharemos:

"Por lo cual, teniendo los lomos de vuestro entendimiento ceñidos, con templanza, esperad perfectamente en la gracia que os es presentada cuando Jesucristo os es manifestado." (1.Pedro 1:13)

Los lomos de nuestro entendimiento indudablemente es nuestro subconsciente, donde se originan nuestros pensamientos (el campo cuántico) el lugar donde cada uno de nosotros creamos, conocido como la parte creativa del cerebro. En este pasaje Pedro le aconseja a la joven iglesia que mantengan los lomos del entendimiento ceñidos y con templanza, en otras palabras que protejan sus pensamientos, que se mantengan en paz y en fe y verán las manifestaciones en sus vidas.

Ciertamente las enseñanzas de la Biblia explican lo que hoy encontramos o conocemos como la ley de atracción. Ciertamente existen personas que toman estos principios para amoldarlos a ideas que les convengan personalmente, en lugar de usar estos conceptos para manifestar lo que Dios tiene reservado en sus vidas. El concepto de la ley de atracción sin duda no esta en conflicto con las enseñanzas en la Biblia y de igual manera trabaja para los que creen, como para los no creyentes, de la misma manera como llueve para los justos e injustos al mismo tiempo. La diferencia esta en servir a Dios a través de lo que deseamos y seguir el camino espiritual para nuestro desarrollo. Recuerda el viejo refrán que dice: "Ten mucho cuidado con lo que deseas".

Conoce los detalles que te ayudaran a manifestar tus verdaderos deseos:

http://www.pideloqueseteantoje.com





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