¿La Ley de Atraccion?

Mucho es lo que se dice sobre La Ley de Atracción y realmente ha sido un “boom” pero, ¿nos hemos detenido a analizarla en detalle? Comparto muchas ideas de La Ley de Atracción, sin embargo, se ha mercadeado erróneamente como un magnetismo, como que se piensa algo y ya! Wow!, llegó como magia, como un poder que de la nada podrías atraer las cosas hacia a ti.

Yo estuve analizando con detalle esto y me di cuenta que realmente no es que nosotros atraemos las cosas, sino que nosotros vamos hacia ellas. Se que es mucho lo que se cree de la Ley de Atracción pero voy a sustentar lo que planteo.

Conozco lo que en Hipnoterapia llamamos, El Sistema Ideo Motor. La palabra ideo se refiere a las ideas que creamos en nuestra mente que si las estructuramos o las visualizamos concretamente, las podemos obtener. La palabra sistema se refiere al sistema nervioso del cuerpo, donde se envían los mensajes y se crean las conductas. Y la palabra motor se refiere a movimiento o acción. Yo creo que hasta aquí ya muchos han captado la idea.

Cada uno de nosotros tenemos un poder maravilloso; la imaginación. Nuestra mente es un órgano poderoso que, utilizado correctamente podría lograr un numero infinito de cosas. La Ley de Atracción plantea que lo que piensas constantemente lo atraes a ti. Hasta cierto punto estoy de acuerdo, pero una vez se crea la imagen concreta en nuestra mente de lo que queremos, se envía el mensaje al sistema nervioso y el sistema lo convierte en acción (motor). O sea, esta imagen que hemos creado, en vez de atraer las cosas, nos impulsa hacia ellas, te lleva al lugar correcto, al momento correcto y con el mensaje correcto. A través de una sugestión en tu subconsciente, comienzas a guiarte hacía eso que tanto deseas. Se que puede parecer un pequeño detalle pero muchas personas han pensado que esto es así, simplemente mágico, que las cosas solo llegan y se recuestan a esperar. Tienen la imagen pero se quedan ahí, no van a la acción, no van hacía eso que desean, no lo concretizan.

En mi caso, prefiero ir hacia las cosas que esperar a que me lleguen. Si dos arqueros apuntan hacia el blanco pero uno de ellos se desvía un centímetro, créanme que aunque ese centímetro parezca insignificante, al fin su flecha se habrá desviado del blanco. Así que una pequeña diferencia puede cambiar tu destino. Recuerda que si lo puedes soñar, lo puedes tener, pero debes ir tras el.



Por Joel Acevedo

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